¿Y cómo no pensar en todo eso, si como bien dije, es parte de la vida diaria? En un post pasado puse una breve lista de cosas que ayudan a alegrar el alma y T-Mobile consiguió agregar una más: life's for sharing (la vida es para compartirse), y es que no hay nada mejor que pasar el tiempo que tenemos en este mundo conviviendo felizmente con el de junto. Pregúntome yo, ¿para qué gruñir si se puede cantar Hey Jude con miles de personas que no conozco?
Híjole, yo sé que la publicidad se agarra de nuestros puntos más sensibles para colgar un producto (es más, les llaman Insights), pero si toda la publicidad que se hace en el mundo fuera como ésta, les apuesto que bajaría el índice de odio y habrían menos enfermos.
Si quieren ver la hazaña anterior de T-Mobile, den clic aquí.
Me recuerda una película que había visto mi mamá y que nos la comentaba con frecuencia y alegría:
En la que una niña, aún a pesar de ser huérfana, en esa época, el que no tener apellidos era vergonzoso.
Donde quiera que fuera, cantaba, sonreía y saludaba y la gente que la veía, inmediatamente su mundo se tornaba de colores contagiándose de su amor a la vida, y sin darse cuenta hacían lo mismo que ella, (como el flautista de Hamelín, exacto ahí donde se fraguo la 1ª. y segunda guerras mundiales).
Estoy seguro que todos tenemos un momento feliz que debe estar presente en cuanto nos levantamos, con la gran posibilidad de que ese mismo día se repita con nuevas circunstancias.
Desde ahora creo que lo haré como si fuera mi oración matutina.
Mil Gracias por recodármelo, te amo Añita