Tiempo, dame tu sabiduría;
tu entendimiento del pasado
y la inexistencia del futuro.
Tiempo, enséñame sobre el hoy,
recuérdame que no te detienes;
camina y déjame adormecer el corazón con tus segundos.
Tiempo, avanza más a prisa,
consuélame con el olvido de la lejanía:
que esos momentos que pedía eternos,
de a poco se ahoguen en tus días.
Tiempo, regálame paz.