Hace dos segundos era un desconocido, de pronto es un nombre, más tarde una profesión, una edad.
Entonces las palabras van construyendo en ti a una persona.
Pasan los días y ahora es él un suspiro, un sueño, la calma y también la agitación de tu respiración.
Sólo deseas que el tiempo no lo convierta en pasado, en recuerdos, en una historia más.