La cuestión radica en todo lo que está de fondo en la realización de cada paso; por ejemplo, elegir el nombre de tu "dominio" y descubrir que no eres tan original porque a alguien más ya se le ocurrió, y además, mucho antes que a ti. Entonces la mente comienza a vagar buscando otro nombre que vaya de acuerdo con tu personalidad y todas esas cosas ridículas que consideramos necesarias demostrar a la hora de comenzar una página personal en la que vamos a tener la osadía de escribir lo que pensamos sobre diferentes temas. En fin... en lo personal, hice un recorrido de no menos de 20 nombres hasta al fin encontrar éste ("Las crayolas de Añita", para los despistados). Queda perfecto con lo que quiero y nadie más lo tiene.
El siguiente paso es el dieseño de tu blog. Si eres una persona poco exigente, podrás elegir entre una amplia variedad que blogger ofrece, pero yo no: una vez más descubro con horror que ninguno de sus templates va conmigo y entonces la búsqueda comienza de nuevo en la red para ver si encuentro alguno que me guste. Por lo menos vi 300, de los cuales me gustaron 10, de los que me quedé con éste porque era el mejor, aunque no precisamente lo que buscaba. Para este punto comienzo a darme cuenta de que soy obsesiva-compulsiva y no precisamente exigente, jajaja.
¡Ya está listo!- o eso creo yo - ¿Qué? ¿Que si quiero gadgets?- otra media hora más viendo qué hay entre las opciones. Termino con un jueguito de ahorcado y un espacio para un breve texto introductorio.
Ahora sí, es momento de escribir.
Preparo mis dedos. Agudizo la mente. Elijo un título congruente con lo que voy a decir y comienzo a escribir:
"Las crayolas de Anita
En esta primera entrada me gustaría decirles..."
*zuuuuuum* (jajaja, según yo es la onomatopeya correcta)
SE VA LA LUZ.
¿Destino? ¿Suerte? No lo sé, pero al parecer fue un correcto indicativo de las divinidades paganas para que dejara de escribir, algo no estaba bien con el tema que había elegido para esa entrada. Con la mente más clara y después de haber dormido una relajante noche, hoy me les revelo y pongo este post para inaugurar un espacio que quién sabe qué rumbo tome en el futuro.
Mi promesa: sacar las crayolas de la caja y dibujar una idea día con día, letra a letra.